Nuestros Orígenes
Leyenda:
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Dice la leyenda que la diosa Bachué, con un niño de tres años de la mano, emergió de la laguna de San Pedro de Iguaque.
La diosa y el niño fundaron a la mencionada población, donde construyeron una choza que se convirtió en la primera vivienda de los Muiscas.
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Cuando el niño creció, Bachué, se casó con él y prendieron viajes. De cada parto nacieron cuatro y seis hijos que poblaron la tierra.
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Después de muchos, años de peregrinar, regresaron a la laguna original y tras exhortar a sus hijos y nietos a la paz, se despidieron de ellos, se convirtieron en dos grandes serpientes y regresaron al agua.
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El nombre de Boyacá es de origen chibcha y quiere decir «cercado del Cacique o región de las mantas». Al respecto, el historiador Javier Ocampo López dice: «con este nombre se conoce también una pequeña población indígena anterior a la conquista española y actualmente municipio, por cuyas tierras corre el riachuelo «Boyacá o Teatinos», en cuyas márgenes se desarrolló la batalla del Puente de Boyacá, la cual selló la independencia de Colombia el 7 de agosto de 1819.
En honor a la batalla memorable que dio la culminación político - militar a la Revolución de Independencia de Colombia, surgió en la Constitución de Cúcuta de 1821, el Departamento de Boyacá integrado por las Provincias de Tunja, Tundama, Casanare y los cantones de Chiquinquirá y Vélez.
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El actual Departamento de Boyacá se conoció en la época colonial con el nombre de Provincia de Tunja y fue organizada como Corregimiento, el cual era administrado por Corregidores y Justicias Mayores; sus límites iban desde las tierras de los Muzos pasando por Turmequé, Tunja, Tundama, Sogamoso, Vélez, Socorro, San Gil, Soatá, El Cocuy, Río de Oro, Pamplona, Pedroza, San Cristóbal, Mérida y Barinas, hasta el Lago de Maracaibo y Barquisimeto en Venezuela. Por la misma época colonial se separaron Mérida, San Cristóbal, Pedroza y Barinas en Venezuela, luego Socorro, San Gil, Vélez y por último Pamplona.



